Chuche es una expresión coloquial usada para referirse a las golosinas, caramelos, chocolates, galletas, gominolas, chicles y otras presentaciones; de comestibles caracterizados por su sabor dulce.
A los niños les encanta los chuches no sólo por su sabor, también por sus colores y diversas presentaciones llamativas y divertidas. Sin duda son los favoritos no sólo de niños, sino también de los adultos. Sin embargo, su consumo en ocasiones genera dudas y preocupación en los padres. Se trata de un producto que debe dosificarse.
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¿Se puede premiar a los niños con chuches?
Es común escuchar que algunos padres deciden premiar a sus hijos cuando hacen algo bien con chuches. Esta es una situación que genera múltiples opiniones porque podría crear en los pequeños una adicción.
Expertos coinciden en afirmar que los chuches deben usarse preferiblemente como un recurso de celebración. Es decir, lo más recomendable es utilizarlos como parte de eventos tales como cumpleaños, fiestas, navidades, graduaciones y otros similares; donde ellos puedan participar.
De esta manera aprenderán a que sólo deben comerlos cuando la ocasión lo amerita. También entenderán el concepto de compartir con otros y disfrutar de su compañía. Los chuches deben simbolizar tiempo compartido con otros niños y sus familiares.
Los chuches y la salud de los niños
Al igual que sucede con determinados alimentos de uso común, en este caso se recomienda un consumo moderado en porciones. El consumo de los chuches debe vigilarse en niños pequeños, debido a las concentraciones de azúcares que pueden vulnerar su salud.
El daño ocurre cuando el consumo es excesivo o a diario, como sucede con ciertos alimentos con altos índices de calorías. Seguir este patrón es perjudicial para la salud de cualquier persona de cualquier edad, pero su sabor es tan adictivo que en ocasiones no nos medimos.
Los chuches en sí mismos no son un producto que debe prohibirse. Lo importante es seleccionar productos de buena calidad, y que no contengan ingredientes alérgenos. Afortunadamente en el mercado actual encontramos una amplia diversidad de chuches que cumplen con estos requisitos.
¿Cómo y cuándo deben consumirlos?
Los niños no deben comer chuches sin la supervisión de un adulto, porque corren peligro de atraganta miento debido a que todavía no saben masticar bien. Chicles y caramelos pequeños pueden suponer peligro de asfixia.
Se debe limitar su consumo en menores de 3 años de edad, tal como lo recomiendan médicos endocrinos y dentistas. Además, deben tener una buena higiene dental y cepillarse una vez hayan terminado de comerlos.